Pampas del mirador

El AHDI Pampas del Mirador surgió como un asentamiento espontáneo con la llegada de pobladores a la zona en el año 2001. En sus inicios, el asentamiento llegó a tener alrededor de 550 viviendas construidas con materiales perecederos como madera y esterilla y plástico.

En 2001, el voz a voz era que en aquella loma habían invadido y las personas empezaron a llegar. El terreno era una finca ocupada por una familia de cuidadores de la zona, y solo había un camino de herradura. En el proceso de loteo se definieron lotes de 10 metros por 10 metros, se aplanaban con pico y pala, se ponía una cinta, palos y se ubicaba una familia a cuidar el lote haciendo campamentos nocturnos. 

Los pobladores eran migrantes de muchas partes del país. De acuerdo con los fundadores, las familias llegaban de Tumaco, otras partes de Nariño, del Cauca, Caquetá y el Putumayo. En paralelo, muchas personas de los alrededores de la Comuna 18 tomaron lotes y sin pensar que el asentamiento se iba a legalizar vendían sus lotes en cien mil o doscientos mil pesos. 

Durante el primer año la policía o el ESMAD desalojaron en varias ocasiones a los ocupantes de las tierras y quemaron las ramadas. Al sector llegaba alguien que decía ser el dueño del terreno y al día siguiente, los pobladores regresaban a ocupar nuevamente. Después de un año, los enfrentamientos cesaron y la comunidad se empezó a unir, inicialmente, para el trazado de las calles. Cuentan los fundadores que, entre los que llegaron al sector, había una persona que sabía manejar retroexcavadora y con él se trazó la carretera a cambio de un lote. Posteriormente, dada la necesidad del agua, los pobladores recogieron dos mil pesos por persona y compraron mangueras para tomar agua que venía desde el sector hoy llamado Minuto de Dios y se hicieron baños comunitarios.

El alcantarillado en un principio también fue comunitario; las personas empezaron haciendo letrinas para poder vivir en su lote y cavaron zanjas para instalar la tubería y poder tenerla de manera artesanal. 

Para la energía, también de forma organizada, la comunidad compró el cableado de cobre, guaduas y postes. Por la mala calidad de los materiales y las instalaciones, la energía era poca y los bombillos se fundían constantemente. Tiempo después, aproximadamente en los años 2010 y 2011 llegó la energía de manera legal por medio del Programa PRONE, beneficio que cubrió este sector. 

El servicio del gas llegó aproximadamente en 2014 por medio de derechos de petición. Para la pavimentación de las calles, algunos políticos llegaron al sector donando cemento y con trabajo comunitario se realizaron las obras, principalmente los domingos.

En cuanto a equipamientos, la comunidad inició la construcción de la escuela aportando ladrillo a ladrillo y mano de obra los domingos. Se inició con la estructura, luego, con la ayuda de un párroco se mejoró la infraestructura y las condiciones de los profesores que llegaban a enseñar, y es por eso que la escuela lleva el nombre de Minuto de Dios. En el mejor lugar del barrio, por la vista hacia la ciudad, se dejó el espacio para la cancha, al lado de la escuela.

Fuente: Programa de Mejoramiento Integral del Hábitat Comuna 18 y alrededores